Dulces resultados

Sobre los estudios acerca del chocolate y los flavonoides

¿Qué tiene que ver el chocolate con el vino, la soja, el té verde y la cerveza? Para la investigación y la información médicas, todos estos productos parecen tocados por una varita mágica. Es sorprendente la cantidad de investigaciones que se están haciendo con estos alimentos, los buenos resultados que deparan  y la cantidad de efectos beneficiosos que parecen tener, ya sea para la salud cardiovascular, para la prevención del cáncer o para otras dolencias. Las noticias que recibimos son todo un halago para nuestros oídos y nuestras costumbres, y resultan tan abrumadoramente halagüeñas que, si acaso, se echa en falta algún que otro estudio que les ponga algún pero, o quizá un poco de contención a la hora de airear las buenas nuevas. Pero no.

“Muchos no se dan cuenta de que el chocolate es un alimento de origen vegetal, como las frutas y las verduras recomendadas para mantener un corazón sano”, recordaba Mary Engler, autora de un reciente estudio sobre los efectos beneficiosos del chocolate sobre el endotelio publicado en el número de junio del Journal of the American College of Nutrition.  Este ensayo clínico, según Engler, es «el más largo realizado hasta la fecha para demostrar la mejora de la función de los vasos sanguíneos derivada del consumo diario de chocolate puro rico en flavonoides durante un periodo prolongado de tiempo». Los dulces resultados obtenidos han sido aireados a los cuatro vientos y han pasado a engrosar la evidencia científica sobre los efectos beneficiosos del chocolate, pero lo cierto es que, al menos en esta ocasión, se basan en datos un tanto raquíticos: en el estudio participaron sólo 11 personas (otras 10 fueron controles) que tomaron chocolate durante dos semanas.

Los supuestos efectos beneficiosos para la salud del chocolate, como los de la cerveza o la soja, se derivan en buena medida de su contenido en los ya famosos flavonoides, un grupo de compuestos químicos integrado por más de 5.000 sustancias diferentes con propiedades antioxidantes, entre los que destacan por ejemplo las isoflavonas de la soja y los citroflavonoides de algunas frutas. Los flavonoides son pigmentos vegetales naturales presentes en frutas, semillas, verduras y otros vegetales, además de en bebidas alcohólicas como el vino o la cerveza. Desde la modesta cebolla al fino chocolate, desde la verde o roja manzana a la pimienta negra, desde el extracto del afamado gingko biloba al del humilde cardo, hay una interminable lista de alimentos vegetales consumidos en todo el mundo que contienen flavonoides. A pesar de la diversidad de hábitos dietéticos, todo el mundo acaba tomando estos antioxidantes, unos 23 miligramos diarios de media por persona. En el contexto de la dieta, los flavonoides son constituyentes básicos de la parte no energética, como lo son las vitaminas y los minerales. Efectivamente, el chocolate es de origen vegetal (se obtiene del cacao), pero ¿son acaso mejores los flavonoides del cacao que los de otras bayas y vegetales?


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