Sobre la carga ideológica en medicina y su difusión global
Aloha, la palabra que emplean los hawaianos como saludo y bienvenida, es mucho más que un simple hola. Significa también buena suerte o salud, y hay quien la disecciona en su sentido más profundo como “la alegría (aho) de compartir (alo) energía vital (ha) en el presente (alo)”. Aloha es a buen seguro lo primero que aprenden los turistas que se llegan a la linde del trópico de Cáncer en mitad del Pacífico y ponen pie en alguna de las seis islas del archipiélago hawaiano. Muchos son congresistas llegados de todos los rincones del mundo para asistir a alguna de las innumerables reuniones que alberga el grandioso Hawaii Convention Center, en Honolulu, “el sitio ideal para reuniones y convenciones con un enfoque global”, según se proclama en su sitio web tras el preceptivo “welcome / aloha”. Y claro, como era previsible y demuestra el calendario de reuniones, la variante congresista médico es una de las más abundantes. Por eso no nos sorprende que la American Heart Association (AHA) haya celebrado allí, entre el 24 y 26 de abril, su Asia Pacific Scientific Forum con 1.500 participantes. Las sorpresas suelen llegar con el destilado neuronal que se difunde en este tipo de eventos. Y este de Hawai, que la propia AHA nos ilustra con una estampa de cielo azul, agua cristalina y palmera recostada desafiando la ley de la gravedad, no podemos decir que haya defraudado.
Puede que no tenga mucho que ver con el lema de la reunión, “The Genomic Revolution”, pero parece que una de las cosas de mayor interés que se han dicho es esta: “Los roles no tradicionales pueden aumentar el riesgo de enfermedad coronaria y muerte”, según destaca la propia AHA. De modo que el pan que nos trae bajo el brazo la revolución genómica no es sino una vuelta a los roles sexuales tradicionales. Habrá quien piense que estas comunicaciones no suelen ir más allá de las cuatro paredes del congreso médico; otros, más maliciosos o mejor informados, pueden pensar que estos estudios son precisamente los que tienen mayor difusión. En este caso, los medios de comunicación dan la razón a los segundos. En un rápido repaso a los voceros de la aldea global nos encontramos con que la agencia Reuters proclama en titulares que “los maridos que trabajan en casa y las mujeres ejecutivas ponen en riesgo su salud” y lo respalda con la afirmación de la autora del estudio de que “los roles no tradicionales pueden no ser saludables”. Mientras Yahoo Health, MedLine Plus y otros muchos medios difunden la noticia de Reuters, la CNN advierte que los “padres que están en casa se enfrentan a riesgos para su salud” y la BBC desvela los riesgos cardiacos de los padres dedicados a las labores de la casa. La carga ideológica del estudio en cuestión es tan patente como su endeblez científica. Pero lo más preocupante es la ceremonia de la confusión que crean las autoridades sanitarias y los medios de comunicación poco serios que divulgan estudios como este. Así están las cosas, aloha.
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