Sobre los orígenes y la razón de ser del verde quirófano

Si la medicina occidental puede simbolizarse con un color, ese es el verde azulado de los pijamas de cirujanos y de tantos otros productos de uso médico. Tanto es así que a este color que inunda las salas de operaciones y recuerda a las hojas de las espinacas se le llama “verde quirófano”. La exposición El color de la medicina, organizada por el Canada Science and Technology Museum de Ottawa, muestra hasta abril de 2010 una colección de objetos que ilustran la extensa utilización del color verde en los hospitales del siglo XX. Pero, ¿por qué los pijamas de los cirujanos son verdes? ¿Desde cuándo son de este color? ¿Cómo desplazaron al tradicional uniforme blanco? Si el blanco es el color de la asepsia, ¿por qué los cirujanos prefieren el verde?

El verde quirófano apenas tiene un siglo de existencia. Se introdujo en el “teatro de operaciones” en 1914, en un hospital de San Francisco, según documenta David Pantalony en un artículo publicado en el Canadian Medical Association Journal (CMAJ). El cirujano Harry Sherman, molesto por el exceso de brillos en el campo quirúrgico que impedían discriminar los detalles anatómicos, pensó que la solución a sus problemas de visión sería cambiar el tradicional blanco por otro color menos fatigoso. Y, recurriendo a la teoría del color, desarrolló e implantó en el quirófano un color “verde espinaca” complementario del rojo de la hemoglobina. Sus ojos lo agradecieron y otros cirujanos siguieron su ejemplo en las décadas siguientes.

Lo cierto es que el color verde azulado, por ser complementario del rojo, significa un descanso perfecto para los ojos del cirujano fijos durante horas en un campo quirúrgico ensangrentado. El cerebro del cirujano acaba fatigado de percibir el rojo de la sangre y pierde poder de discriminación de los matices rojizos. Además, un ojo harto de rojos puede “inventarse” verdes inexistentes cuando se posa en un blanco. Sin embargo, posar la vista de vez en cuando en el verde de uniformes, paños y paredes refresca el cerebro y ayuda a mantener una buena percepción. Pantalony, que además de profesor de Historia en la Universidad de Ottawa (Canadá) es el director del Canada Science and Technology Museum, aduce también la influencia de ciertas consultorías estadounidenses empeñadas en “poner color en el trabajo” y de la llamada “terapia del color”. Cada color tiene ciertos efectos psicológicos, y el verde parece promover la calma y la serenidad, dos estados que son sin duda apreciados por médicos y pacientes.

La elección del verde quirófano no es pues azarosa en la medida en que este es el color complementario del rojo de la sangre. Tampoco lo fue la omnipresencia del blanco, el color de la higiene. Estos dos colores han monopolizado la medicina del siglo XX, pero quizá las cosas estén cambiando. Los verdes se deslizan al azul y los blancos se despliegan cada vez más en un arco iris que rompe la monotonía y el aburrimiento en los hospitales. Si la vida es multicolor, bien podría ser este el verdadero color de la salud.

Foto: Romana Klee / Flickr


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