Gorditos

Sobre la obesidad infantil como problema de salud pública

Las cifras todavía bailan y nos falta una foto fija sobre la obesidad infantil en España. Las que nos llegan del otro lado del Atlántico nos parecen de otro mundo, de ese rocambolesco país de gordos que uno percibe en cuanto pone el pie en Estados Unidos. Allí, donde los tratamientos contra la obesidad ya gozan de subvenciones fiscales, hay millones de gordos de todas las edades, aunque lo que más llama la atención es la cantidad de personas con esas carnes descomunales y desparramadas que caracterizan la obesidad mórbida. El JAMA ha publicado recientemente (9 de octubre de 2002) un artículo sobre la prevalencia y tendencias de la obesidad en los adultos de EE UU, y sus datos son demoledores: en el periodo 1999-2000 se registra un 30,5% de obesos frente un 20,9% en el periodo 1988-1994; la prevalencia del sobrepeso ha aumentado entre los dos registros de un 55,9% a un 64,5%, y la de la obesidad extrema, del 2,9% al 4,7%. En cuanto a los niños, la prevalencia de obesidad y sobrepeso en escolares de 6 a 18 años es del 11,1% y 14,3%, respectivamente, según un trabajo publicado en el International Journal of Epidemiology de octubre de 2001. Pero estos datos son de EE UU y no se pueden extrapolar a España. A la vista está que el problema no tiene las mismas dimensiones, pero los estudios locales ya avisan que, también aquí, la obesidad empieza a tener tintes epidémicos y que estamos ante un auténtico problema de salud pública.
Las conclusiones del estudio de Cuenca, publicado en Medicina Clínica del pasado 21 de septiembre, alertan que “la prevalencia de sobrepeso y obesidad en los escolares de Cuenca es de las más altas publicadas hasta ahora en Europa”. Realizado con los criterios de la International Obesity Task Force, la prevalencia de obesidad entre los niños de 9 a 16 años ha resultado ser del 3,9% y la del sobrepeso, del 26,6%. Como dice el humorista José Luis Coll, eso de “ser de Cuenca” es “algo que muy poca gente puede decir”, pero en este caso los datos parecen extrapolables y permiten hacer estimaciones fiables para los niños de esas edades en el resto de España.  Otros estudios, como el de las cuatro provincias (Madrid, Orense, Murcia y Cádiz), publicado en el European Journal of Clinical Nutrition del 31 de enero de 2002, registró prevalencias de sobrepeso y obesidad del 30% y 12%, respectivamente, en niños de 6 y 7 años. De modo que parece que estamos ante un problema de salud de primer orden por las importantes complicaciones asociadas a la obesidad y por su tendencia creciente. Pero quizá lo más grave es que, por ahora, no hay estrategias eficaces para atajarlo. Está claro que están implicados muchos factores asociados a un cambio de estilo de vida. Pero la culpa no es sólo de la televisión, los refrescos azucarados o los “snacks” hiperenergéticos. Los niños de hoy ni comen, ni juegan, ni se mueven como los de hace décadas. Y esto exige hacer ajustes calóricos o actualizar algunos viejos y buenos hábitos.


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