Sexismo en medicina

Sobre algunas diferencias sexuales en la práctica médica y otras notas de interés

En el número del 2 de febrero del Journal of the American Medical Association (JAMA) se publicaba un artículo en el que se estudiaban las diferencias sexuales en la evaluación y el resultado de la angina inestable. Este estudio sobre tan controvertido tema, realizado en Minnesota (Estados Unidos) con un total de 2271 personas (1306 hombres y 965 mujeres), pone de manifiesto que cuando llega una mujer al servicio de urgencias de un hospital a causa de un dolor torácico es menos probable que se le realicen las pruebas diagnósticas habituales para descartar un problema cardiaco que si se trata de un hombre. El trabajo está firmado en primer lugar por una mujer, pero entre los firmantes, como era de esperar, hay tanto hombres como mujeres. En la letra pequeña a pie de página se dice lo siguiente: “This article is one of a series sponsored by the American Heart Association ”.

Como era previsible, entre la media docena de comunicados públicos que divulga cada mes la American Heart Association saldría uno sobre este tema. Y así ha sido. Para el mismo día 2 de febrero, la asociación ya tenía preparado su comunicado en el que se daba cuenta de los resultados y de la postura de la asociación. “Estos datos y este nuevo estudio subrayan la importancia de tratar la angina eficazmente, ya sea un hombre o una mujer quien tenga los síntomas”. Quien dice esto es la máxima autoridad de la American Heart Association, a la sazón una mujer, la presidenta electa Rose Marie Robertson. Y añade: “Con angina inestable, el paciente tiene un riesgo seriamente elevado de sufrir un ataque cardiaco, por lo que ambos, hombres y mujeres, deben ser evaluados inmediatamente y tratados”.

La creciente presencia de artículos que ponen de manifiesto algún tipo de discriminación sexual en la práctica médica obedece en buena medida a la progresiva feminización de la profesión médica y, como consecuencia directa de ello, al acceso de las mujeres a los centros de poder médico. En este sentido vale la pena tener presente que al frente de las dos principales revistas médicas, el New England Journal of Medicine y el JAMA están desde el año pasado dos mujeres. Tras la polémica destitución del doctor George D. Lundberg el 15 de enero de 1999 como director de la revista de la American Medical Association el puesto fue ocupado meses más tarde y tras un larga y complicada selección por la doctora Catherine D. DeAngelis, quien tras tomar posesión de su cargo anunció que la revista prestaría mayor atención a los problemas de la mujer. Con el NEJM ocurrió algo parecido cuando su último director, el doctor Jerome P. Kassirer, fue relevado de su cargo el pasado 1 de septiembre y sustituido poco después por la doctora Marcia Angell.

Con estos y otros cambios, las revistas médicas más importantes están no sólo prestando mayor atención a los temas de la mujer y su discriminación, sino además intentando corregir algunas notas de sexismo que pudiera haber en sus publicaciones. Y si no ahí están las otras publicaciones para recordárselo. Al poco de estrenar su sillón de directora del JAMA, la doctora DeAngelis podía leer en el British Medical Journal un artículo titulado “JAMA covers reflect inapropiate stereotypes of women”. Este artículo, cuya publicación había sido rechazada previamente por el JAMA, hacía hincapié en un detalle aparentemente intrascendente como son las imágenes artísticas que publica el JAMA en sus portadas. Pero a buen seguro que la doctora DeAngelis ha tomado buena nota y tiene en agenda este y otros temas pendientes de mayor trascendencia. Veremos.


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *