Urbes

Sobre los espacios urbanos en las fotografías de Beate Gütschow

A primera vista, el desolado espacio urbano o suburbano nos resulta vagamente conocido, hay algo en la fotografía que se nos antoja en cierto modo familiar, como si lo hubiéramos visto en televisión o el algún reportaje gráfico de una revista. Todo apunta hacia alguna de esas ciudades de un país emergente, en las que conviven sin solución de continuidad edificios actuales del primer mundo con espacios sin construir, almacenes y descampados, líneas puras y escombros, hormigón y vegetación, y tipos humanos de lo más diverso. En todo caso, la escena tiene un punto apocalíptico muy de nuestra época, un aire de desguace de civilización que nos incomoda y nos recuerda las luces y sombras de nuestra cultura. Quizá el espacio físico de la imagen, la cartografía urbana plasmada en la instantánea, esté más cerca de nosotros de lo que pensamos. Pero resulta imposible identificar la ciudad: ¿por qué no habrán puesto en la cartela de qué lugar se trata? La fotografía lleva por título S #22.

 

Fotografía S #22, de Beate Gütschow.

Ahora bien, si nos fijamos mejor en la imagen nos percatamos de que no es una fotografía documental sino un montaje fotográfico. La desazón inicial se transmuta en un vivo interés por descubrir los elementos postizos, por constatar la manipulación. Junto a la obra S #22, expuesta en el Museo Colecciones ICO de Madrid, en la colectiva titulada Lugares comprometidos. Topografía y actualidad en el marco de FhotoEspaña 2008, hay otras fotografías de la misma serie en las que aparecen duplicadas un mismo coche desguazado, alguna figura humana, una palmera. La autora de la imagen, la fotógrafa alemana Beate Gütschow (Mainz, Alemania, 1970), no pretende engañar y reconoce que sus fotomontajes son composiciones que pueden tener hasta un centenar de elementos sacados de imágenes de su archivo fotográfico. En las fotografías de la serie S (de Stadt o ciudad) hay fragmentos de Berlín, donde vive y trabaja actualmente, de Kyoto, de Chicago, de Nueva York, de Los Ángeles, de Sarajevo, con sus gentes, sus turistas y sus personas sin techo. La aparente imagen documental es en realidad una topografía de ficción, un espacio no menos alienante por ser figurado que nos remite y nos interroga sobre los significados de las ciudades que habitamos, sobre sus zonas inhóspitas, sobre nuestra vida.

Las ciudades fantasma de Gütschow están construidas pieza a pieza, en cierto modo como quien pinta y armoniza los diferentes elementos y personajes de una escena, en un meticuloso proceso de elaboración con las modernas herramientas digitales que facilitan los fotomontajes. Sus imágenes, como las de los otros 10 fotógrafos que participan en la colectiva del ICO, nos plantean qué sentido tiene documentar y comprender los lugares fotográficamente, que significados latentes contienen las imágenes fotográficas. Las de la serie S de Gütschow son imágenes que nos inquietan y nos hacen pensar porque nos hablan de historias reales que ocurren ahora en nuestras urbes.


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