Sobre el índice de radiación ultravioleta y su difusión
La información meteorológica, un servicio habitual en casi todos los medios de comunicación, nos hurta de forma sistemática un dato relevante para la salud, especialmente en verano. Se trata del índice de radiación ultravioleta o UVI, un valor que se actualiza de forma continua y que nos informa del riesgo de sobreexposición a los rayos solares nocivos (los ultravioleta B). El UVI es un número del 0 al 16 que, como la temperatura, varía a lo largo del día y depende además de la situación geográfica, la estación del año y las condiciones meteorológicas. Puede variar entre 0 y 16 y tiene cinco rangos: bajo (1 y 2), moderado (3 y 4), alto (5, 6 y 7), muy alto (8, 9 y 10) y extremado (11 o mayor). Así, por ejemplo, el pronóstico del UVI en Madrid para el 21 de junio tiene forma de campana de Gauss: empieza en 0 al amanecer, crece hasta 7 hacia las 12 del mediodía (hora oficial), alcanza valores mayores de 9 a las 14 horas y empieza a descender paulatinamente a partir de las 16 hasta llegar a valores próximos a cero al anochecer. En cambio, el 21 de diciembre, la curva es mucho más plana y el UVI máximo sólo llega a 2 o 3 en las horas centrales del día. Aunque no es muy conocido, el Instituto Nacional de Meteorología (INM) de España ofrece desde junio de 2001 una predicción diaria de radiación ultravioleta para cielos despejados (las nubes bajas reducen el UVI), y podría fácilmente hacer predicciones más precisas. Con el dato del UVI y el tipo de piel (hay cuatro grados de tolerancia al sol), cada persona podría conocer cuál es el tiempo máximo que puede exponerse al sol o en todo caso tener una idea clara de hasta qué punto debe protegerse.
La idea de crear el UVI y darle la máxima divulgación partió hace años de organizaciones como la OMS, la OMM (Organización Meteorológica Mundial), el UNEP o PNUMA (Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente) y otras, con el propósito de educar a la población sobre los peligros de una exposición excesiva al sol: en particular el cáncer de piel, que en algunas zonas alcanza proporciones epidémicas (en EE UU, una de cada cinco personas lo padecerá a lo largo de su vida), pero también los riesgos de cataratas, envejecimiento prematuro de la piel o inhibición del sistema inmunitario. El programa europeo COST-713, en el que participa España y otros 12 países, se ha propuesto asimismo desarrollar métodos eficaces y sencillos para dar a conocer al público el UVI y lo que representa. En esta línea, el Ministerio de Medio Ambiente, junto con la Asociación Española Contra el Cáncer y el INM, ofrecen un excelente manual divulgativo sobre el Indice UV para la población. Por ahora, sin embargo, el UVI sigue siendo un gran desconocido, mientras proliferan los nocivos métodos de bronceado artificial y perviven ideas erróneas sobre las bondades y maldades del sol. En verano, defenderse de una ola de calor puede ser complicado, pero protegerse de la radiación solar debería ser bien sencillo: basta ponerse a la sombra.
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