Sobre los animales de compañía y el peer review en internet
[divider_flat] La web 2.0 todavía es muy incipiente en el mundo de la salud, pero ya empieza a materializarse en las revistas médicas. Uno de los primeros ejemplos es el lanzamiento de PLoS One, una experiencia de la Public Library of Science (PLoS) que lleva como lema “publishing science, accelerating research” y que todavía está en fase de pruebas o beta. Entre las características de esta publicación electrónica de acceso abierto destaca su carácter interdisciplinar, en el gran marco de la ciencia y la medicina, con la intención de favorecer la creación de puentes de conocimiento y líneas de colaboración. PLoS asegura que la publicación de los artículos será bastante rápida (unos 10-14 días) una vez que el trabajo remitido haya superado el filtro de un peer review prepublicación de carácter técnico más que de contenido, para dar así paso al peer review de toda la comunidad científica en forma de anotaciones, discusiones y valoraciones. “PLoS One redefine lo que un diario científico debería ser: eliminando las barreras inútiles entre los autores y sus lectores, y transformando la literatura publicada de una serie estática de artículos en un desarrollo de los recursos dinámico, interconectado y constante para los científicos y el público”, asegura Michael B. Eisen, cofundador de PLoS. Para ello, la revista no se limita a la publicación en internet, sino que aporta a la comunidad nuevos y poderosos instrumentos para navegar y mejorar la literatura de investigación publicada. Con este planteamiento y estos mimbres, el porvenir y el eventual éxito de la revista está ahora en manos de los lectores.
Del centenar de artículos con los que se inauguró PLoS One y los varios centenares más que se publicaron al poco tiempo, la gran mayoría pertenecen al área de la biomedicina. Uno de los artículos que ha tenido más eco en los medios de comunicación es el que ha dado pie a la difusión, con más o menos matices, de la noticia de que los propietarios de mascotas hacen menos ejercicio y enferman más a menudo que las personas activas de su misma edad que no tienen animales de compañía. El artículo To Have or Not To Have a Pet for Better Health? viene a cuestionar la idea extendida de que las mascotas sólo aportan beneficios para la salud, pero sin llegar a ninguna conclusión firme sobre las ventajas e inconvenientes de tener un animal de compañía, como indica el título. Lo curioso es que el eco mediático del artículo no se ha visto correspondido con ningún comentario o anotación por parte de la comunidad científica. De momento, el artículo más anotado y comentado no es un auténtico paper, sino un pseudopaper, precisamente el que explica las posibilidades de interacción de la nueva revista y que permite jugar y probar las herramientas informáticas para hacer anotaciones y comentarios en red. La evaluación de los riesgos y beneficios para la salud de los animales de compañía está realmente en mantillas, lo mismo que esta nueva revista. Veremos en lo que acaban una y otra.
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