Ruedas de molino

Sobre el uso inadecuado o sesgado de los números

La frecuente utilización partidista de todo tipo de cifras por parte de los políticos bastaría para confirmar que la política es, a la postre, una cuestión de números. Las diferencias, las estrategias y las prioridades que distinguen y enfrentan entre sí a los partidos políticos se pueden reducir a números; al fin y al cabo, números son lo que se pone sobre la mesa para justificar las buenas o malas acciones de gobierno. La pretensión de hacer comulgar con ruedas de molino a los ciudadanos mediante el uso sesgado de las estadísticas está bastante generalizada en la clase política, como demuestra la Fundació Catalunya Oberta en sus periódicas disecciones numéricas tituladas La Roda de Molí, dedicadas a asuntos tan diversos como las listas de espera o los muertos en carretera. Con todo, el mal uso de los números, por ignorancia o interés, no es exclusivo de los políticos, sino que incumbe a toda la sociedad y, especialmente, a sus medios de comunicación. Y, como cabe suponer, afecta de lleno a la información sobre salud y medicina.

El escepticismo sobre este desgobierno de los números ha llevado a algunos a ejercer una vigilancia crítica, que ha dado lugar en los últimos años a una proliferación de columnas y blogs dedicados a sacar a la luz los casos más clamorosos de tergiversaciones estadísticas. Uno de los principales referentes es la columna de The Numbers Guy, que se publica periódicamente en la edición electrónica del The Wall Street Journal, en la que su autor, Carl Bialik, analiza los usos y abusos de los números en los medios de comunicación, los negocios y la política. En España también hay buenos ejemplos de este tipo de comentarios críticos. Una de los más populares es Malaprensa, un blog casi diario escrito por Josu Mezo, profesor de la Universidad de Castilla-La Mancha, dedicado a los “errores y chapuzas de la prensa española”: números equivocados, mala interpretación de las estadísticas o los datos científicos, etc. Otro blog que también saca a relucir las vergüenzas numéricas de la prensa y la sociedad es WonkaPistas, “anotaciones de un sociólogo liberal”, donde por ejemplo se desmonta una exageración sobre el tabaquismo pasivo aparecida en un cartel del Ministerio de Sanidad, que reza: “Esta niña fuma un paquete al día”, cuando en las peores condiciones posibles un fumador pasivo podría llegar a fumar como máximo el equivalente a medio cigarrillo diario.

Las prisas y la ignorancia son algunas de las razones que llevan al periodista a transmitir informaciones y datos estadísticos equivocados. Pero a menudo también es una cuestión de desidia y falta de profesionalidad, por no contrastar los números y reproducirlos acríticamente. A veces, como ponen en evidencia estos blogs, los datos están maquillados o manipulados interesadamente. Otras veces, como ocurre tan a menudo en España con las tasas de incidencia y prevalencia de muchas enfermedades, no hay registros o datos fiables y, en el mejor de los casos, se recurre a extrapolaciones no siempre pertinentes.


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